Fuera de la emoción de la competencia, nadar vuelta tras vuelta en una piscina puede volverse un poco monótono, por decir lo menos. Mirar fijamente esa línea azul en el suelo de baldosas de la piscina, o mirar hacia el techo puede perder su atractivo después de los primeros cinco o diez minutos. A diferencia de otras actividades cardiovasculares, como correr donde el entorno exterior cambia constantemente o pedalear en bicicleta por un sendero montañoso empinado, la natación carece de distracciones que pueden hacer que el tiempo pase más rápido. En respuesta a eso, ha habido avances en proporcionar a aquellos con una afinidad acuática un medio para mezclar las cosas, mantenerse motivados para nadar más tiempo del que tarda el aburrimiento en hacerse cargo y también animarte al mismo tiempo. El remedio son los reproductores de música a prueba de agua, que le permitirán acariciar el deleite de su corazón con las dulces melodías de su música favorita. La música no solo es una distracción maravillosa y también una forma de ponerte en la zona o más en sintonía contigo mismo y tu cuerpo, sino que también es una fuente comprobada de motivación. Los estudios clínicos han demostrado que cuando se entrenan al ritmo pulsante de una canción acelerada, los deportistas han podido durar más y ser más intensos en sus sesiones de entrenamiento. ¡Lo que esto significa es que su fuerza de natación, resistencia y estado físico general también podrían beneficiarse! Estos estudios encontraron que, especialmente en los momentos en que la concentración de uno puede disminuir o la fatiga comienza a aparecer, la música puede ayudarlo a bloquear el dolor y continuar adelante. Además de mejorar su rendimiento, escuchar música mientras está en la piscina es nada menos que una manera brillante de marcar esos minutos y hacer que su tiempo sea aún más agradable. Sin embargo, los críticos no están muy entusiasmados con la idea, ya que dicen que los nadadores sintonizados con sus reproductores de MP3 y auriculares no podrán ser tan conscientes de su entorno. La música puede bloquear el sonido del silbato de un salvavidas y podría convertirse potencialmente en un peligro para la seguridad. Tienen un punto, pero se podría argumentar que hay un dial de sonido por una razón. ¿No es posible que la música siga sonando de fondo pero que no esté tan alta que te bloquee de los ruidos externos? En segundo lugar, si planea hacer la mayor parte de su natación en un carril y está lejos del camino de los demás, no debería representar una amenaza para los demás nadadores en la piscina. Parece que los beneficios de nadar con música, vencer el factor aburrimiento y mejorar tu estado físico, superan los peligros potenciales. Esto se debe a que puede combatirlos escuchando a un nivel razonable y permaneciendo consciente del área que lo rodea.